Parte 2: Es tu deber
“Lo hacemos por los peques”
“Sacrifico tiempo que podría estar con mis hijos, para estar aquí ayudando”
“Es@s en lugar de estar tomando un café, podrían estar aquí colaborando”
“Todos los padres y madres tienen la obligación de colaborar, porque también es para sus hijos”
“Siempre somos los mismos” (reproche)
¿Crees que puede haber hipocresía en estas afirmaciones?
Pienso que sí la hay, seguramente inconsciente, en estas frases que tan regularmente oímos a algun@s padres y madres que voluntariamente deciden colaborar en un momento u otro.
Hipocresía porque muchos exigen sólo en el periodo que ellos han decidido colaborar, como si su decisión voluntaria fuese ligada a una obligación para el resto.
Hipocresía porque, claro que lo haces por los peques, pero antes que eso, lo haces porque te sientes bien con ello, y en ese sentir bien hay una suma de elementos, en el que el hacerlo por los peques es uno más, probablemente el más importante, pero si el balance de todos no es positivo, quién está dispuesto a colaborar si no se siente bien haciéndolo?
Hipocresía porque acaso somos mejores padres o personas, anteponiendo la ayuda y colaboración con la comunidad que dedicando tiempo a nuestros propios hijos?
Hipocresía porque esto no es una cuestión de quién puede = debe, esto debe ser quien quiera = puede.
El inocente uso del “yo no puedo”, “ahora no puedo”, en muchos casos va cargado de responsabilidad hacia el resto de personas que no colaboran, ya que da a entender que debes tener “razones de peso” que te impidan colaborar para estar “bien visto”, y quién tiene derecho a juzgar cuáles son razones de peso y cuáles no? Por qué se tiene que justificar nadie cuando hablamos de un voluntariado? Acaso lo deberíamos llamar obligariado?
Si los que colaboran reciben la recompensa de la satisfacción personal, quizás podríamos cambiar el “debes ayudar” por el “no sabes lo que te pierdes”, entre otras cosas, el orgullo y mensaje que transmites a tus propios hijos.
El tiempo es probablemente lo más preciado que tiene cada persona, puesto que es lo único realmente finito, algo irrecuperable.
Deberíamos estar profundamente agradecidos con cualquier instante que otro decida dedicarnos y totalmente comprensivos con la decisión de no hacerlo.
Una posible división de nuestro tiempo vital, podría ser:
Personal
Familiar
Laboral
Comunidad
Todos disponemos de las mismas 24h cada día, de los mismos 7 días cada semana, de los mismos 12 meses cada año, ya no de los mismos años...y puesto que es lo más preciado que tenemos, tenemos todo el derecho a usarlo como creamos conveniente.
En un momento u otro, todos habremos invertido tiempo en alguno de los 4 ámbitos, unos estaremos repartiendo nuestro tiempo en los 4, otros decidiremos dejar de lado alguno, a lo largo de nuestra vida iremos cambiando prioridades y dedicaciones según vayamos valorando.
Y nadie debemos juzgar qué cuota de dedicación debe aplicar alguien al ámbito de la comunidad:
Porque nadie conoce todas sus necesidades puntuales en su ámbito personal, porque hay gente que sólo necesita dormir 4h y otros 9h.
Porque nadie conoce todas sus necesidades puntuales en su ámbito familiar, porque en ocasiones hay que cuidar de algún familiar o dar una atención especial a algún hij@.
Porque nadie conoce todas sus necesidades puntuales en su ámbito laboral, algunos no trabajan, otros sólo media jornada y otros de sol a sol.
Hagamos entre todos que colaborar sea una experiencia motivadora, demos siempre la oportunidad y respetemos que cualquiera colabore cuándo y cuánto decida.
Los que decidamos no colaborar, abstengámonos de cualquier crítica no constructiva, hacia el trabajo de aquellos que han entregando una parte de su tesoro más preciado.
